Aunque todos conocemos el cuento de cuando los ingleses tomaron La Habana en 1762, hay un capítulo de nuestra historia que pocos saben: el intento de colonización del oriente cubano. Los británicos llegaron a Guantánamo con la intención de convertir esa región en una base para conquistar toda la Isla. ¿Cómo terminó esta aventura inglesa? Sigue leyendo para enterarte.
El origen del intento de colonización del oriente cubano
Todo empezó en plena Guerra de la Oreja de Jenkins, allá por los años 1740. Esta guerra, como quien dice, era un pleito entre España e Inglaterra que se jugaba en el Caribe. Después de un encontronazo brutal en Cartagena (Colombia), el almirante inglés Edward Vernon decidió tirar anclas en la bahía de Guantánamo. Sus tropas estaban hechas polvo, y él necesitaba un respiro para recuperarse.
Pero la cosa no quedó ahí. Al poco tiempo llegaron refuerzos desde Jamaica liderados por el general Thomas Wentworth, el gobernador de la isla vecina. Los ingleses no venían solo de paso: querían convertir Guantánamo en su base para conquistar todo el oriente de Cuba.
Cumberland: el pueblo inglés que nació y murió en Cuba
En honor al Duque de Cumberland, hermano del rey Jorge II, los ingleses decidieron fundar un pueblo completamente inglés llamado Cumberland. ¡Imagínate eso, un pedacito de Inglaterra en pleno Guantánamo! Trajeron a 5,000 ingleses, 600 colonos norteamericanos y 1,000 esclavos de Jamaica. Aquello era un campamento que parecía sacado de una película.
Pero los cubanos, o mejor dicho los criollos y españoles, no se quedaron de brazos cruzados. Las autoridades españolas movilizaron tropas, milicias y gente del campo desde Santiago de Cuba hasta Bayamo. Cada paso que daban los ingleses era una emboscada o un ataque nocturno. Era como decirles: “¡Compadre, esta tierra tiene dueño!”
El fracaso del intento inglés
La situación para los británicos se puso fea. Las enfermedades empezaron a hacer estragos, los ataques constantes no los dejaban avanzar y Santiago de Cuba resultó ser un hueso demasiado duro de roer. Después de meses de intentarlo, los ingleses recogieron sus cosas y se fueron con el rabo entre las piernas para Jamaica.
El intento de colonización del oriente cubano había fracasado, y Cumberland, el primer pueblo inglés en Cuba, desapareció en menos de un año.
Un capítulo poco conocido, pero fascinante
¿Quién iba a pensar que Cuba estuvo tan cerca de ser inglesa? Aunque los británicos lograron conquistar La Habana años después, el oriente resistió con valentía y dejó claro que aquí nadie se rinde fácil.
¿Te imaginabas esta historia? Es solo una de las tantas joyitas escondidas en nuestra cultura. Así que, la próxima vez que pases por Guantánamo, recuerda que ahí casi hubo un pedacito de Inglaterra… pero “casi” no cuenta. 😉
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